Consejos reales de moda masculina
Estoy seguro de que a todos nos ha pasado, al menos alguna de estas dos situaciones (o ambas). En primer lugar, invertimos un montón de tiempo y dinero a ciegas para terminar con un clóset lleno de ropa que nunca usamos. O puede ser el segundo caso, en el que repetimos por comodidad o seguridad las mismas tres camisas y dos pantalones hasta que no dan más, e incluso podemos ser de aquellos que nos la pasamos persiguiendo cada nueva tendencia… hasta que un alma caritativa nos dice: “Oye, eso no se te ve bien”. ¿Ya sabes a qué grupo perteneces?
Lo cierto es, que vestir puede ser frustrante cuando no se tiene una guía para cambiar tu estilo y saber hacer combinaciones de prendas o diseños. Y ni hablar de ecuando en nuestra cabeza se instala el clásico “no tengo plata” o el letal “ya estoy muy viejo para eso”.
Yo he pasado por ahí, y como sé lo que se siente, me puse en la tarea de hablar con un hombre experto en comunicar a través de la moda (seamos honestos, no todos tenemos esa sensibilidad) para resolver este asunto. ¡Pero eso sí! Le advertí desde el principio que no me saliera con los típicos consejos sobre estilos, tendencias o las benditas formas del cuerpo. Porque lo último que uno quiere es una Edna Modas regañona cual mamá, cuando uno ya está grandecito.
Lo que yo quiero es saber cómo vestirme bien sin malgastar, quiero lograr que al verme al espejo diga “ese soy yo” y no un payaso víctima de la tendencia del momento. Incluso, que cuando los demás me vean piensen: “Qué man tan pinta, me gustaría verme así de bien.” En plan de inspirar, influir y (¿por qué no?) conquistar.
Juan Ríos es Personal Stylist desde hace más de 10 años, y no le gusta para nada eso de imponer la ropa como un “cambio de imagen”. “Yo creo más en descubrir un estilo de comunicación, y desde ahí elegir la ropa que soporte esa comunicación de tu personalidad”, me dijo. Justo por eso, Juan es perfecto para lo que estábamos buscando. Y les prometo: los datos que soltó en un par de horas de charla, me hicieron pensar en todo el dinero y tiempo que me habría podido ahorrar.
No es la ropa, son las metas
“Muchas veces las prioridades están al revés. Se piensa que la ropa se usa para verse mejor, y es justo lo contrario. Primero defines qué quieres comunicar, cómo te quieres sentir y qué quieres proyectar. Solo entonces eliges la ropa.”
Vestirse bien es un acto de conciencia
“Piensa en cómo se viste esa persona que admiras, en lo que ves en redes sociales y en quienes te rodean. Todo eso es un bombardeo constante que influye mucho más de lo que te imaginas en la forma en que te vistes.
Puedes pagar una asesoría de imagen, claro, pero podrías estar botando tu dinero si no eres consciente del porqué detrás de tu ropa. ¿Te vistes así para encajar con tu entorno? O para comunicar quién eres, y más importante aún: ¿tienes claro quién eres? Porque si no lo tienes, créeme… se va a notar”.
Dos grandes mentiras
“Si no tengo mucho dinero, no me puedo vestir bien” He trabajado en marcas de ropa de lujo, promedio y muy económicas, y te lo puedo asegurar: he visto personas con ropa carísima que se ven fatal, y otras, incluso con ropa de segunda, que saben proyectar estilo con seguridad. No es cuánto cuesta la prenda, es cómo la usas.
“A más edad, menos estilo” Mentira. Muchos referentes de la moda han desmentido ese argumento. El estilo al vestir habla directamente de tu autoestima. Si crees que tu edad disminuye tu valor como persona, lo vas a reflejar. Así que valora la sabiduría que has acumulado y haz que tu forma de vestir también lo diga.
Coherencia de adentro hacia afuera (y viceversa)
“No se trata de impresionar por vanidad, sino de alinear tu imagen con tus metas. La ropa comunica, aunque muchos digan que es superficial. Nadie va a leerse tu biografía todos los días… en cambio, te ven cinco minutos y ya. Con esa primera impresión, les estás contando quién eres”.
“Cuando tienes claro lo que quieres lograr y, en consecuencia, cambias tu forma de vestir, te ves y te sientes distinto. Tu postura cambia. Y eso puede ayudarte a conseguir un ascenso, conquistar a alguien, crecer socialmente o cerrar un ciclo para empezar algo nuevo. La ropa puede ser ese primer paso visual con el que te dices (y le dices al mundo): Estoy en otra etapa. Estoy yendo hacia algo”.
Hice las paces con mi closet
Este es mi consejo: un día que tengas tiempo, abre el clóset, saca absolutamente todo y tíralo sobre la cama. No te asustes por el desorden, vale la pena. Divide la ropa en tres grupos: el primero, ropa que sí te gusta; el segundo, ropa que no sabes; y el tercero, ropa que no te gusta.
- Con el tercer grupo no lo pienses mucho: tírala, regálala, véndela. Lo que sea, pero ¡ten carácter para soltarla!
- Con la ropa que no sabes, pídele opinión a alguien de confianza, alguien que te diga la verdad: ¿se te ve bien o es hora de decirle adiós?
- La ropa que sí te gusta, devuélvela al clóset.
Aquí pasa algo muy común: “¡Me quedé con cuatro camisas y dos pantalones! No tengo qué ponerme”. ¡Y está bien! Ese es el primer paso para no volver a cometer el mismo error de llenarte de cosas que no van contigo.
Ahora define tu estilo poco a poco y compra con intención. Así, aunque tengas menos, vas a sentir una paz mental impresionante… porque cada prenda que tienes, realmente te representa.
5 estratégias y un bonus, para vestir con estilo
1. Paleta de colores neutros “Esto ha cambiado la vida de muchos de mis clientes. ¡Y no me refiero solo a blanco y negro! Hablo de toda la gama tierra: beige, camel, marfil, gris claro, arena… Son más de 30 tonos que combinan entre sí y funcionan en cualquier ocasión. Teniendo clara esa paleta, puedes pasar a completar tus básicos con seguridad”.
2. Rompe con el reinado del algodón “No tengo nada contra él, pero ¡hombre, explora otros materiales! Lino, tejidos, viscosa, mezclas… Es un riesgo que vale la pena, porque te hará destacar entre los demás sin perder comodidad”.
3. Los accesorios, ¡sí señor! “Un buen reloj completa cualquier outfit masculino. Pero no te quedes ahí. Acostúmbrate a usar anillos, pulseras de materiales orgánicos, cadenas sobrias, gafas con intención o incluso una buena gorra. No se trata de usarlos por moda, sino por identidad”.
4. El orden sí altera, “selecciona una prenda que te encante y que sea la protagonista de tu atuendo, la vamos a llamar la prenda ancla, a partir de ella armaremos el resto ¡ojo! Si esa prenda es de la parte superior, vas a seleccionar en seguida la de la parte inferior y viceversa. Solo después de que tengas combinadas esas dos prendas puedes ir a accesorios y demás complementos. Esto te ahorrará mucho tiempo”.
5. Escoge un rol, “piensa en el rol que tienes en tu día ¿eres protagonista?, o tienes un rol secundario. Responder esta pregunta puede aclararte mucho qué prendas seleccionar para armar tu atuendo de manera intencional”.
Bonus: Estila tu camiseta de fútbol
El bloke core demostró que el fútbol y la moda no están peleados. En solo 3 pasos podemos darle nivel a nuestra camiseta favorita:
- Métela dentro de un pantalón de paño, con pinzas o tipo chino.
- Agrega un cinturón, unos mocasines y medias con intención (colores que hablen).
- Súmale un suéter tejido abierto (cuello en V) y, si te animas, una buena gorra o boina.
¡Listo! A celebrar el fútbol con todo el estilo.