Las épocas de Navidad y fin de año son un espacio ideal para compartir en familia, disfrutar de la buena comida, celebrar las tradiciones navideñas y dar o recibir regalos. Pero también son tiempos para evaluar los logros del año y planear el que está por venir.
Antes de que el año se cierre por completo, busca un momento para pausar, mirar hacia atrás con gratitud y hacia adelante con esperanza. Recuerda que, como hijos de Dios, no soñamos en vano ni planeamos por impulso: lo hacemos con propósito, guiados por la dirección del Espíritu Santo.
A continuación, te compartimos algunas recomendaciones para ayudarte a tener un buen cierre del 2025 y orientarte en la planeación del 2026.
Cierra el año haciendo que la Navidad sea Jesús
Aprovecha para regalar a Jesús y su hermoso mensaje de salvación a tus familiares. Lo puedes hacer demostrando amor y perdón hacia todas las personas con las que compartas. Pídele a Dios que te conceda una sonrisa y palabras de ánimo en cada conversación que tengas.
Evalúa lo que ocurrió en tu vida este año
Reconoce tus logros y celébralos. Si hubo metas que no alcanzaste, no te condenes; evalúa si puedes continuarlas en 2026 o si es momento de soltarlas. Recuerda el consejo de Pablo en Filipenses 3:13: Hermanos, no digo que yo mismo ya lo haya alcanzado; lo que sí hago es olvidarme de lo que queda atrás y esforzarme por alcanzar lo que está delante.
Entrega a Dios tus pérdidas y dificultades
Si en 2025 enfrentaste alguna pérdida o situación difícil en tu salud o en tu economía, no evites recordarla. Entrégale el sufrimiento a Dios a través de una oración sincera y permite que él te consuele. No temas llorar, desahogarte te ayudará a concluir, sanar, perdonar y soltar.
Agradece por todo lo vivido.
Toma un tiempo para dar gracias a Dios: por lo que aprendiste, por las bendiciones recibidas y por la fortaleza que te dio en medio de las situaciones difíciles. Recuerda lo que dice 1 Tesalonicenses 5:18: Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.
Así es como se cierran ciclos de forma sana, dejando atrás lo que te limita y abriendo el corazón a lo nuevo que Dios quiere hacer en tu vida.
Soñar en grande con Dios
Un nuevo año siempre es una buena oportunidad para renovar nuestro compromiso con Dios. Antes de prepararte para todo lo que él te permitirá vivir en el 2026, te animamos a apartar un tiempo a solas con él. Toma tu Biblia y un cuaderno, y pídele al Espíritu Santo que te muestre lo que desea hacer en tu vida durante este nuevo año. No tengas miedo de soñar en grande.
Mark Batterson, pastor y escritor estadounidense, dice en su libro Sácale jugo al día: «Enséñame lo grande de tus sueños y te enseñaré lo grande de tu Dios». Así que atrévete a soñar en grande y recuerda que Dios también es experto en usar lo pequeño para hacer cosas extraordinarias.
Enfócate en los sueños y metas futuras.
Dios tiene algo bueno para ti. En Isaías 43:18-19 leemos: Pero olvida todo eso; no es nada comparado con lo que voy a hacer. Pues estoy a punto de hacer algo nuevo. Ten plena confianza en los planes de Dios, aun cuando no los entiendas del todo.
Reflexionar y hacer un autoexamen espiritual es fundamental para todos, ya que nos permite crecer en la mayordomía de lo que Dios nos ha confiado, y nos impulsa a fortalecer nuestra relación con él y con los demás.
Si ya tienes claras tus metas para el nuevo año, ¡estupendo! Pero si aún tienes dudas o no sabes por dónde empezar, ora con intención y presenta tus planes a Dios. Permite que él te guíe. Ten a mano un cuaderno y un lápiz para anotar las impresiones o instrucciones que te dé en oración.
Supera los miedos o las dudas que dejó el año que termina y comienza a desarrollar hábitos diarios de enfoque espiritual. Lee la Biblia y busca en ella lo que Dios dice de ti y lo que él quiere para tu vida.
Pregúntate: ¿Cómo se ve tu oración respondida? ¿Cómo se ven los planes de Dios para ti? Visualizar y ponerle color a tus sueños es un gran impulso para la fe.
Elige versículos bíblicos que te fortalezcan, capten tu visión, y te llenen de esperanza y amor.
Cuando ya tengas tus metas y sueños claros, escríbelos y crea tu Vision Board 2026, para alinear tus sueños con el propósito de Dios y mantener un recordatorio visible que te inspire a vivir con fe cada parte de su plan para ti.
